Pobres Controladores Aéreos

Dejemos en paz a los pobrecitos que sufren mucho estrés laboral. Qué incompredidos que son los pobrecitos, y a pesar de todo, nosotros seguimos teniéndolos en el punto de mira.

Pues sintiéndolo mucho, es el precio que tienen que pagar por haber actuado sin responsabilidad alguna. El resto de los ciudadanos también sudamos la gota gorda para obtener un sueldo que no llega ni a la suela del zapato de éstos y no fastidiamos a los demás evitando que se vayan de vacaciones (después de estar ahorrando para ese viaje y estar deseando desconectar unos días) o boicoteando sus viajes de negocios, visitas familiares, bodas matrimoniales, etc.

Lo peor de todo es que a veces las consecuencias van más allá de la pérdida de un billete de viaje. Una gipuzkoana ha desvelado que su padre falleció de infarto en Barajas a las 8 de la tarde de ese viernes, cuando, si hubiera cogido el avión que tenía previsto a las 6 a las 7 estaría en Gipuzkoa, y quién sabe, quizá su familia podría haberle atendido e incluso salvarle la vida llevándole a un hospital gipuzkoano. Y otra cosa, una persona a la que admiro reflexionó acerca de si por culpa del parón de casi 24 horas no se trasladarían algunos órganos de hospitales en hospitales cuando hay gente que se debate entre la vida y la muerte esperando un órgano. Y esta última cuestión no ha trascendido en los medios.

Con esos salarios de entre 300.000 y 900.000 euros anuales no se puede hacer una huelga encubierta de esas dimensiones. Una huelga ilegal ya que al tratarse de un suceso repentino (desde nuestros ojos), no existían ni los servicios mínimos. Si quieren exigir unas condiciones laborales dignas, no considero que ésta haya sido forma de hacerlo.

Además de irresponsables, han sido unos egoístas. Como la avaricia rompe el saco, quizás paseis vuestro estrés laboral en la cárcel. Por listos.