NI NI

Hace no mucho que descubrimos lo que era el concepto ni-ni. Esos adolescentes que ni trabajan ni estudian y que adémás van en aumento. Pues bien yo me voy a referir a otro tipo de ni-nis. A aquellos que superan los 20 años y no tienen los 40 y que ni estudian ni trabajan porque no pueden. Me explico, son muchos los jóvenes que hoy en día no encuentran trabajo y en muchas ocasiones han puesto todo su empeño en sacarse una carrera o dos y algún postgrado que otro. Por otro lado están los que han finalizado la carrera pero tal y como está la situación se plantean cursar un máster, o están aquellos que están trabajando pero necesitan adquirir competencias; pero resulta que no pueden continuar con su formación porque se tratan de estudios más caros que un coche e incluso que una vivienda. Me indigna ver que parezca que el acceso a la formación sea sólo para la gente adinerada y en consecuencia, nuestro mundo lo impere gente, que a lo mejor, no es tan competente, que simplemente está en el poder porque se le ha venido dado. Sólo por ser quien se es o por enchufismo. Y así nos va. Lo mejor de todo es que se nos compara con los países nórdicos porque allí los jóvenes no se independizan tan tarde ni dependen de los ingresos de su familia. Quisiera saber cómo vamos a independizarnos ante tal panorama. Y por supuesto, no quiero olvidarme de los jóvenes que sí trabajan pero lo hacen en condiciones precarias, ni de los becarios indefinidos, de los falsos autónomos o de los investigadores. Investigadores a los que la sociedad parece despreciar cuando sin valor añadido no salimos de la crisis. Quizá los jóvenes de hoy en día deberíamos movilizarnos como lo hacían los de antaño, de todas formas, somos valientes por haber optado o por optar por cierta formación aún a sabiendas de cómo están las cosas. Menos mal que por fin un periódico de tirada nacional intenta reflejar esta realidad a través de su sección 'pre-parados'. En fin, no es país para jóvenes.